Su construcción se inició cuando Teotihuacán empezó a desarrollarse como una de las principales ciudades de Mesoamérica (entre los año 1 y 150 de nuestra era). Es la tercera pirámide más grande de la época prehispánica puesto que mide unos 65 metros de altura.
Se puede acceder a la cúspide a través de una escalinata formada por unos 260 peldaños, 52 por cada sol o era. Numerosos pueblos mesoamericanos explicaban la creación del mundo en su cosmogonía a través del mito de los Cinco Soles. Éstos corresponden a cinco períodos en los que reinaba una deidad en concreto.